Virtudes del limón en una dieta equilibrada.

El limón pertenece a uno de los grupos de alimentos básicos: el de las frutas. Es rico en vitaminas, posee un gran poder desinfectante, calma la sed y torna más agradable los alimentos y las bebidas.

El limón es, por sus innumerables dones medicinales, un excelente elemento a tener en cuenta en la medicina preventiva. La cantidad de propiedades que posee lo convierten en una fruta muy requerida a lo largo de todo el año.

Desde los primeros albores de la medicina, se lo utiliza en el arte de curar. Plinio El Antiguo y Aristóteles, entre otros, lo usaban como antiveneno, limpiador de la sangre y anti-tóxico.
Hoy, constituye un excelente remedio contra el asma, estimula los órganos digestivos, es eficaz contra los resfríos y la gripe y ayuda a combatir la sinusitis, bronquitis y anginas. Además, el jugo de limón es ideal para los deportistas, enfermos convalecientes, embarazadas, para reducir el cansancio y estimular el apetito.  
Los dos componentes más importantes de limón lo constituyen la vitamina C y el ácido cítrico, a las que se añaden la provitamina A y la vitamina B, entre otras. La vitamina C interviene en las oxidaciones llevadas a cabo en los tejidos, activa los fermentos, refuerza los vasos sanguíneos y el sistema óseo, y estimula la formación de glóbulos rojos en la sangre.
El ácido cítrico, por su parte, participa activamente en la asimilación de calcio por el organismo y junto con el citrato de potasio interviene en el crecimiento. Este ácido es producido por el organismo y por tanto entra a formar parte del metabolismo. También a él se deben las propiedades astringentes y desinfectantes del limón.

Los requerimientos diarios de vitamina C son de 80 mg. para adultos, 50 mg. para niños, 100 mg. para adolescentes y 140 mg. para madres lactantes.
Cien (100) gr. de limón contienen alrededor de 80 mg. de vitamina C.  

Fuente: Asociación Tucumana del Citrus / Revista Esencia.